6 de junio de 2025

  • Contenido

    • ¿Qué son las hemorroides y por qué aparecen? 
    • ¿Y qué son las fisuras anales? 
    • Cuidados generales para un paciente con hemorroides. 
    • Cuida tu salud anorrectal 

Las hemorroides son venas hinchadas en la zona del recto o el ano, similares a las várices. Pueden ser internas (dentro del canal anal) o externas (alrededor del ano). Aunque pueden causar molestias intensas, no siempre representan un problema grave. 


Causas frecuentes: 

  • Estreñimiento crónico o diarrea prolongada. 
  • Esfuerzo al evacuar. 
  • Permanecer mucho tiempo sentado en el baño. 
  • Embarazo y parto. 
  • Dieta pobre en fibra y baja en líquidos. 
  • Sedentarismo. 
  • Envejecimiento natural de los tejidos. 

Las hemorroides no siempre se ven ni sangran, pero sí pueden causar ardor, picazón, sensación de presión o dolor. 

¿Y qué son las fisuras anales? 


Aunque a menudo se confunden con hemorroides, las fisuras anales son una pequeña grieta o desgarro en la piel del ano, que generalmente causa dolor agudo durante y después de la evacuación, además de sangrado (normalmente en el papel higiénico). 


Factores que las provocan: 

  • Evacuaciones muy duras y secas. 
  • Estreñimiento frecuente. 
  • Diarrea irritante o frecuente. 
  • Trauma por esfuerzo, parto o inserción de objetos. 
  • Hemorroides internas que al sangrar o inflamarse debilitan la mucosa. 

A diferencia de las hemorroides, las fisuras suelen producir un dolor más punzante y localizado, y muchas veces el paciente evita defecar por miedo al dolor, lo que empeora el cuadro. 

Cómo cuidar a un paciente con hemorroides: Guía práctica para aliviar y prevenir 

Adultos mayores: el cuidado centrado en la rutina 

En los adultos mayores, las hemorroides suelen asociarse con el estreñimiento crónico o la inactividad física. En este grupo, es clave: 


  • Fomentar una dieta rica en fibra, con frutas, verduras cocidas y cereales integrales. 
  • Recordarles tomar agua con frecuencia, aunque no sientan sed. 
  • Promover caminatas cortas o ejercicios suaves que estimulen la digestión. 
  • Vigilar la higiene después de cada evacuación, usando agua tibia y evitando el papel higiénico común. 

Los cuidadores deben estar atentos a cambios en el color de las heces o presencia de sangrado, y consultar al médico si hay dudas. 

Mujeres embarazadas: aliviar sin riesgos 

Durante el embarazo, el aumento de presión en el área pélvica y los cambios hormonales pueden favorecer la aparición de hemorroides. En estos casos: 

  • Los baños de asiento con agua tibia son seguros y muy efectivos para calmar molestias. 
  • Evitar el estreñimiento es vital, incluyendo ciruelas, avena y bastante agua en la dieta. 
  • Evitar estar de pie o sentada por mucho tiempo, alternando posturas con frecuencia. 
  • Evitar medicamentos sin receta médica, ya que algunos no son seguros en el embarazo. 

El acompañamiento emocional también es clave: muchas mujeres se sienten avergonzadas o incómodas para hablar del tema. Escucha, valida y apóyala.

Personas con vida sedentaria o trabajo de oficina 

Las largas horas sentados frente al computador no ayudan en absoluto. Si el paciente tiene un estilo de vida sedentario: 

  • Levántate o haz que se levante cada hora al menos 5 minutos. 
  • Usar cojines especiales (tipo dona) puede ayudar a aliviar la presión al estar sentado. 
  • Evitar el uso prolongado del inodoro, un mal hábito muy común en quienes usan el celular mientras están en el baño. 
  • Implementar pausas activas y cambios en la rutina que mejoren la movilidad intestinal. 

Pequeños cambios, como caminar 20 minutos diarios, pueden hacer una gran diferencia. 

Pacientes posquirúrgicos: cuidados especializados

Después de una cirugía para hemorroides (como la hemorroidectomía), el cuidado es más delicado: 

  • Control del dolor con los medicamentos recetados. 
  • Baños de asiento varias veces al día, especialmente después de evacuar. 
  • Vigilar signos de infección o sangrado anormal
  • Dieta blanda y rica en fibra para evitar esfuerzo al evacuar durante la recuperación. 

La paciencia aquí es clave: el proceso puede tardar varias semanas, y es normal sentir molestias en ese tiempo. 

El cuidado que empieza en lo cotidiano 

Las hemorroides no deberían ser un tema tabú. Son una afección tratable, común y que con los cuidados adecuados, pueden mejorar significativamente. Cuidar de alguien con hemorroides o de ti mismo implica más que aplicar cremas: es fomentar hábitos de vida saludables, prestar atención a las señales del cuerpo y no ignorar el malestar.

En Instituto Médico Langle, contamos con un equipo de profesionales con amplia experiencia clínica y un gran número de casos que se han curado satisfactoriamente. Nuestros médicos dominan las técnicas de inspección simple (como lo es el tacto rectal) y aquellos aparatos que exploran la última porción de tu tubo digestivo (colonoscopio y rectoscopio).


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